Actividad Nº8 ¿Qué evalúo?
Un momento de reflexión frente a tanta vorágine. Por problemas de adaptación y propios de la vida misma, me dejé estar. Mi mente se bloqueó y no podía avanzar con el curso de Evaluaciones.
Sentí hasta una cierta repulsión por la actividad y muchas veces pensé en dejar todo si total para qué tanto esfuerzo.
Por otro lado mi ángel interior me decía que debía reponerme que tenía que conseguir alas nuevas y empezar a volar nuevamente.
Mis palabras no van a ser de una docente con amplia formación pedagógica sino más bien van a ser simples palabras de cariño a los docentes.
Hace un par de días Marina Ficcardi, me tomó entre sus manos y me dijo, te ayudo a volar dale que podés.
Y entonces pensé en lo importante que somos como docentes cuando estamos con nuestros estudiantes, ellos también esperan que nosotros estemos en ese momento fundamental que es comenzar el vuelo.
Y entonces la evaluación ¿cómo la hacemos? Pues siendo claros tanto en nuestras explicaciones como en las actividades propiamente dichas.
Los estudiantes necesitan claridad pero también que los dejemos volar, pero necesitan saber que si tienen dudas pueden venir y retroalimentarse.
La redacción de las rubricas hizo que me diera cuenta que todo lo que allí describía y cuantificaba lo tenía adentro cuando corregía los prácticos y entonces una nueva pregunta ¿no es mejor ser claros e invertir tiempo en redactar rubricas antes que repetir y repetir a cada uno de los estudiantes que es lo deben hacer? Respuesta concreta si.
Y también me di cuenta que la evaluación debe ser totalmente oportuna y la retroaliemntación a tiempo. Sino hubiese sido por una llamada imprevista que me hizo Marina cuando navegaba en el mar de la ignorancia, hubiese perdido más del doble de tiempo en realizar algo que estaba totalmente mal.
¿Cuántas veces como docentes demoramos las correcciones y no las damos inmediatamente? ¿es posible evaluar el perjuicio que le hacemos a un estudiante por no darle las devoluciones a tiempo?
Como docentes exigimos que nos atiendan y entiendan, que hagan las tareas, que junten el material, que hagan exposiciones pero, no nos exigimos a nosotros de la misma manera.
Como hace mucho tiempo atrás, mi mamá me decía que a las plantitas desde chicas hay que ponerles un tutor (un palito al lado de la plantita) para que crezca derechita. El tutor no es la planta pero esta allí para ayudar, para enseñarle a estar derecha, después el tutor se va, pero en la planta se va a notar que hubo un buen tutor al lado. Y eso es lo que debemos tener en cuenta cuando evaluamos, que dejemos las marcas en nuestros estudiantes de que nosotros estuvimos allí.
Muchas gracias a mi tutora por ayudarme a darle forma a este último tramo del viaje.
